Los romanos dejaron como parte de un importante legado cultural, el cultivo de la viña y la producción del vino. Una tradición que aún persiste y que define el paisaje y una parte importante de la economía de la Costa Dorada.

DENOMINACIONES DE ORIGEN DE LA COSTA DORADA
Viñas centenarias y bodegas cooperativas de la época modernista, obra de arquitectos como César Martinell (seis de ellas consideradas Bien de Interés Cultural) recorren las comarcas vinícolas de la provincia de Tarragona recogidas en seis Denominaciones de Origen: Priorat, Montsant; Tarragona; Conca de Barberà; Terra Alta y Penedès, esta última compartida con la comarca del Alt Penedès en Barcelona.

Entre estas bodegas destacan algunas por su gran belleza como la de Pinell de Brai o Cornudella de Montsant.

Los vinos de estas D.O. confieren a la provincia de Tarragona su característico paisaje agrícola y configuran una pieza clave de la economía local de sus comarcas desde tiempos inmemoriales.

La existencia de diversas variedades de uva, las diferencias climáticas y del suelo y los diversos tipos de cultivo proporcionan a estas tierras una considerable variedad de vinos de gran calidad.

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